Toda
bruja que se lo pueda permitir, posee un jardín de hierbas. Aunque es
simple en su diseño, el jardín de las brujas contiene una gran cantidad
de material mágico necesario para la bruja, que con su conocimiento,
puede utilizar en el momento de realizar sus hechizos y rituales,
inciensos, aceites aromáticos y amuletos.
Claro está muchas de nosotras no podemos permitírnoslo por el hecho de vivir en comunidad o por otros motivos por eso hemos desarrollado un punto especial para estos caso, un jardín interior.
Para conseguir tener un buen jardín la bruja debe de estar alerta de plagas y pestes destructivas y tener algunos conocimientos generales de jardinería. Desarrollaremos algunos puntos a continuación que serán necesarios para la creación del jardín, y tal vez las que no puedan permitirse un gran jardín se animen a cultivar una hierba o flor especial.
Sea bruja o no sea bruja, cualquier persona puede cultivar sus hierbas de acuerdo a los antiguos métodos mágicos. Para aquellas personas que no cuentan con la posibilidad de cultivar un jardín exterior, también ofreceremos una guía para realizar los cultivos en el interior de la vivienda.
Por supuesto lo primero que debemos hacer es seleccionar las plantas, es necesario elegir cuidadosamente las hierbas que queremos plantar en nuestro jardín. Tendremos que pensar que hierbas o flores nos servirán mas a menudo en nuestros rituales o si deseamos dedicarnos a toda la actividad herbolaria. También a tener en cuenta esta el espacio del que disponemos y por supuesto el tiempo, esta actividad necesita mucho tiempo, no podremos olvidar a nuestras plantas.
Aquí añado un breve listado de algunas plantas que podemos plantar, pero en la tabla general de hierbas (que podréis encontrar en la Web) habrá muchas mas que tal vez os interesen para otros propósitos.
Para fines amorosos: Rosas (las variedades simples y antiguas son mucho más propicias); violeta; verbena; milenrama; lavanda; romero; limón, albahaca, melissa; levisticum.
Para fines de sanción: Menta; cebolla; romero; ruda; ajo; clavel; salvia; cardos; acedera.
Otros propósitos: Romero; lavanda; milenrama; vervena; ruda; rosa; artemisa; trébol de cinco hojas (pentafillo); clavel. (Consultar tabla de hierbas para mas información sobre estas u otras)
Bien tras escoger sus plantas y hacer un listado para tenerlo bien a mano, visualice como colocara las hierbas en su jardín.
Los jardines mágicos por lo general no conservan los diseños comunes de jardines, muchos ellos se diseñan como laberintos. La mayoría de ellos están organizados sobre trazados que arrancan a partir de una figura circular, ya que el círculo simboliza la fertilidad, la reencarnación y la eternidad. Algunas brujas ambiciosas y con posibilidades de hacerlo, diseñan sus jardines dándoles forma de soles, lunas crecientes y estrellas.
El componente básico a la hora de diseñar nuestro jardín, es una vívida imaginación, y una buena provisión de piedras planas que servirán para marcar los contornos del diseño. Recordemos que en este tipo de jardines, se persigue un fin más allá de la complacencia estética para el ojo humano, ya que también se trata de invocar a las fuerzas que necesitamos que habiten en él.
El siguiente paso es muy fácil pero laborioso, deberemos consultar algunos libros en los que las plantas escogidas por nosotros aparezcan, deberemos tomar nota del tamaño y características de cada una de las plantas, de sus necesidades específicas (sol, sombra, agua, luz, etc.). Calcule las distancias que debe haber entre una planta y otra de acuerdo a su tamaño y necesidades. Diseñe un plano (no hace falta que sea perfecto) solamente es para situarnos y saber como quedara nuestro jardín según las medidas de las plantas y su separación.
Todo esto nos servirá para no cometer errores tales como colocar la albahaca rodeada de otras plantas ya que no se desarrolla bien si está en compañía de otras, así que es conveniente cultivarla en una maceta cerca de la casa. Des este modo sabremos cosas como que la salvia y la ruda crecen bien si están cercanas una de la otra, así como también el coriandro y el eneldo entre sí. La menta y el perejil no se llevan bien juntos... etc.
Si se lo pueden permitir estaría bien plantar algún árbol como por ejemplo Ciprés al Norte; Saúco al Este; Laurel al Sur; y Sauce al Oeste del jardín, pero debe tener cuidado al plantar árboles, no sea cosa que éstos den demasiada sombra al jardín, ya que algunas hierbas necesitan la luz solar directa.
Parece algo complicado pero todo esta en el espacio que tengamos a disposición y una buena preparación, todo es posible.
Es la hora de preparar el terreno lo mejor es iniciarlo en primavera, cuando ya han pasado los fríos crudos. Ya en el lugar de creación del jardín, tomar un puñado de muérdago. Se muele este muérdago en un mortero, tres días después de haberse iniciado la Luna Nueva. Espolvorear el polvo resultante sobre la tierra, de un lado a otro.
Luego se comienza a trabajar la tierra, removiendo la superficie hasta que aparezca la tierra húmeda. Toda el área debe quedar labrada de esta manera. Si observamos que la tierra es muy dura, hay que agregar un poco de estiércol como abono; si fuera arenosa, hay que agregar humus.
La mayoría de las hierbas no requieren tierras en perfectas condiciones para su desarrollo, pero si logramos mejorar el terreno obtendremos especimenes mucho más saludables.
El diseño básico del jardín, como dijimos anteriormente, parte de una base circular, realizando esta circunferencia, de acuerdo al tamaño de terreno del que dispongamos.
Consigue una soga lo suficientemente larga como para marcar con ella el perímetro de la circunferencia del jardín, atando fuertemente cada uno de los extremos para que el círculo quede perfectamente sellado. Si utiliza varios trozos de soga, tenga la precaución que queden todos bien unidos.
Luego determina con ayuda de una brújula, los puntos cardinales exactos en su jardín. Marque los puntos con rocas para tomarlos como referencia, poniendo la más grande al Norte. Cuando llegue el anochecer, preparar un fuego pequeño, o colocar lámparas alrededor del área para iluminarla.
Comenzando por el Norte, clavar una vela en la tierra cera de la soga pero fuera del círculo. Luego, siguiendo el sentido de las agujas del reloj, colocar otras al Este, Sur y Oeste, una en cada punto.
Si la noche fuera muy ventosa, se pueden usar cuatro linternas, o ubicar las velas dentro de recipientes de vidrio. Si utiliza éste método, vierta en el fondo del recipiente un poco de cera derretida antes de poner en él la vela, a fin de que ésta se pegue al fondo. Ubica las velas en cada punto, al lado pero fuera del círculo.
Ahora, tomamos nuestro athame y nos paramos en el centro del círculo, mirando hacia el Norte. Alzando los brazos hacia el cielo decimos: "Yo invoco a los poderes del Norte, para que bendigan y protejan este jardín"
Repetir esto con cada punto, cambiando el nombre por el del punto cardinal al que corresponda en la invocación.
Al terminar, volverse de nuevo hacia el Norte. Inclinarse sobre la tierra y comenzar a trazar con la punta del athame el pentagrama sobre el terreno. La punta superior llegará hasta la vela del Norte, y las demás deben quedar equitativamente espaciadas, cada una tocando la soga que delimita el círculo.
Ahora, arrodillándose en la parte meridional del pentagrama, trazar los siguientes símbolos con la punta del athamé
La parte superior del símbolo es un círculo, y lo pondremos orientado al Norte; luego, trazar dos segmentos de círculo que representen a la Luna Creciente uno al Este y otro al Oeste, y entre los dos, un triángulo cuyo vértice superior apunte al Sur. Espero que esto sea claro para todos. Ahora, sentarse y ponerse muy en calma. Concéntrate y cuente nueve latidos de tu propio corazón. Ahora sí, puedes estar seguro que su jardín se encuentra protegido mágicamente. Apague las velas, comenzando desde el punto Norte, siguiendo la dirección de las agujas del reloj. Si utilizó recipientes de vidrio a causa del viento, saque la vela de su interior y deje que el propio viento se encargue de apagarla.
Con mucho cuidado y gentileza, corte con su athame una rama de abedul, fresno silvestre o sauce, o de cualquier otro árbol cercano al lugar si no hubiera de estas especies. Si no hay árboles cercanos, se puede utilizar como último recurso una escoba común de barrer la casa, o una hecha específicamente par lo que vamos a realizar (esto último es mejor). Si va a cortar la rama de un árbol, siempre utiliza el athame. Acércate al árbol y explíquele con gran cortesía y respeto, que necesita tomar una de sus ramas, y explicale cual es el propósito y lo que vas a hacer allí. Déjale como pago y retribución alguna cosa enterrada bajo su copa, cerca del tronco.
Vuelve al círculo con la rama o la escoba fuertemente asida. Párate al Norte, fuera del círculo, y comience a barrer, a limpiar con la rama los símbolos que trazó en su interior; Camina alrededor del círculo en el sentido de las agujas del reloj, y continúe barriendo hasta que en la tierra no quede nada de los dibujos.
Recoge la soga y las velas, y guárdelas en un lugar seguro. Apaga cualquier tipo de iluminación que estuviera empleando y retírese de allí.
A la mañana siguiente, justo a la salida del sol, ve a ver si encuentras alguna señal en la tierra. Es probable que aparezcan algunos diseños especiales o símbolos sobre la tierra, aún cuando lo hayas borrado todo o que dibujaste la noche anterior. Es frecuente encontrar plumas de aves.
Si el rocío ha cubierto el terreno con un manto de líquido bendiciendo la tierra, déjalo secar. Recoge algunas plumas si las hubiera y registra este hecho como una unión entre tu jardín y el silencioso poder de la Naturaleza.
Sirve en una vasija un cuarto litro de sidra pura y párate n medio del jardín. Con mano firme, rocía sidra por toda la superficie de la tierra, girando para llegar a cada punto como si estuviera parado sobre un eje. Cuando la sidra se acabe, abandona el jardín y deja que la tierra absorba el líquido.
La sidra simboliza la sangre, despierta y renueva las energías residentes en la Tierra, y la prepara para la llegada del momento de plantar.
Deja a tu jardín en paz durante tres días. Cuida muy bien que nadie lo moleste, no personas ni animales deberían caminar sobre él. Los animales a menudo se sienten fuertemente atraídos, ya que son naturalmente curiosos, y además son muy sensibles a la placentera vibración que emana desde el lugar que fue bendecido. Al cuarto día comenzara la plantación.
Ubicar los paquetes de semillas en el centro del jardín. Sal a conseguir (comprando o creándolo ustedes mismos), algunas estacas de madera de una pulgada de ancho y 9 pulgadas de largo. Con un marcador negro indeleble, escribiremos los nombres de cada hierba en estas estacas, a ambos lados de la misma.
Luego tomando las semillas comenzaremos a sembrar de acuerdo a las indicaciones que tenga el paquete, o las que ya conocemos, siguiendo el diseño que ya se trazó antes de comenzar. En cada sector sembrado con determinada semilla, colocaremos una estaca con el nombre de la misma, para marcarla. De acuerdo al diseño previo colocaremos en la tierra todas las semillas que tengamos.
Rocía con cuidado diariamente tu jardín con agua limpia, si es de lluvia, mejor. Así como las rocía a diario con agua para que crezcan, habla con ellas y con las semillas que aún no germinan. Activa tu imaginación y visualiza tu hermoso jardín tal cual lo desea, y vea eso cuando lo mires, en vez de ver tan solo una porción de tierra labrada y húmeda, porque como lo imagines, será. Con cuidados, tiempo y magia, tu jardín rebosará de vida. Cuida de sus plantas especialmente si vives en lugares de fríos o calores intensos.
Cuando sus hierbas se hayan desarrollado bien, tengan un tamaño más importante, y estén tupidas y vibrantes, entonces, y solo entonces, podrás comenzar a cosechar de ellas.
Por supuesto y teniendo en cuenta nuestra determinación como brujas no estaría mal proteger nuestro jardín, una antigua tradición, dice que se deben plantar tres tipos de flores rojas para proteger al jardín, tales como pueden ser: geranio, rosa y nasturcio. Sirven como guardianas, para mantener lejos de su tierra a los visitantes indeseados.
Para proteger el jardín de tormentas y granizadas, nos aseguraremos de plantar verbena en algún lugar cercano, o dentro del mismo jardín. Un árbol de laurel también brinda protección para esto.
Los árboles son grandes protectores. Hay una antigua costumbre celta que se sigue utilizando hasta ahora, que es la de atar un listón rojo alrededor del tronco de un árbol, mientras se iba diciendo una oración de este tipo: "Árbol de Saúco, velarás por la seguridad... Oh Sagrado Roble! Oye mi llanto pidiendo tu protección... por eso te amarro" Los listones rojos deberán ser remplazados regularmente, cada plenilunio. Este ritual puede efectuarse también en algunas plantas de las más robustas que tengamos en el jardín.
Los insectos destructivos son un gran y antiguo problema, tanto para las brujas, como para los jardineros. Hay un procedimiento muy efectivo para echarlos fuera del jardín..
Esperamos que la Luna Llena transite por los signos de Leo, Virgo, Acuario o Géminis. Espolvoreamos la tierra con pimienta de cayena alrededor de la base de cada planta afectada. Otra solución es rociar la planta con un spray con una solución de una de taza de jugo de cebolla (pasada por la licuadora), 1 cucharada de jabón líquido, o bien detergente biodegradable. Esta solución bien mezclada, se rocía sobre la planta, con mucho cuidado de que no caiga en la tierra. Si cayera en la tierra, debemos enjuagarla echando bastante agua. Después de unos días, enjuagar las hojas de la planta para eliminar el jabón seco y los insectos que pudiera tener adheridos, y luego vaporizarla con agua limpia y fresca.
Plantar caléndula y ruda en medio de otras plantas también es un buen método de control para las pestes. Muchos insectos no toleran el olor de estas hierbas.
Si no se tiene nada de esto a mano y no se lo puede conseguir, compra un repelente spray orgánico para plantas y apliqua según las instrucciones. No deberemos comprar veneno sino repelente y estaría bien asegurarse de que sea orgánico y no químico.
Un viejo método para enfrentarse a los animales a los que les encanta masticarse las hierbas mágicas, es hacerse de una pequeña imagen de la ofensiva criatura, aguardar la Luna estéril y enterrar el muñequito en el jardín, y ya no tendrás problemas.
De todos modos, antes de usar el método anterior, tal vez sería mejor tratar de comunicarse con los animales, e invitarlos a irse del jardín, tal vez, en el momento de plantar poner más cantidad de cada hierba, para sí compartir el jardín con ellos... tu sabrás lo que quieres hacer. Esto decía un anciano al momento de sembrar: "Uno para la roca, uno para el cuervo uno para morir, otro para crecer"
Seguramente alguna bruja tendrá uno o dos sapos en su jardín. Ellos se alimentan de cantidades y cantidades de insectos. Pero ellos necesitan agua, así que si queremos que vivan en nuestro jardín, debemos aprovisionarlos de una fuente de agua que tenga fresca todo el tiempo, por supuesto, un lugar donde "guarecerse" en caso que sienta necesidad de ello. Esto lo podemos hacer poniéndole un una vasija de barro de manera que el sapo pueda meterse en ella y sentirse cobijado.
Finalmente, durante los meses de invierno, si resides en zonas de temperaturas heladas, o donde nieva, cubre la tierra del jardín con una capa de paja y hojas, dejándola allí hasta que empiece definitivamente a llegar la primavera y el peligro de las fuertes heladas haya pasado. Pero hay que cuidar de poner la paja cuando ya esté el tiempo helado, porque de hacerlo antes, algún roedor podría adoptar nuestro jardín como vivienda permanente durante el invierno, produciendo graves daños a las plantas.
La poda se debe realizar en luna cuarto menguante. Los cercos de protección, como por ejemplo el espino que desde tiempos inmemoriales están presentes en los jardines mágicos, debe ser podado siguiendo la dirección Este - Oeste, siguiendo el curso del sol.
Recortaremos los árboles girando en torno a ellos, siguiendo el sentido de las agujas del reloj. Los cardos pueden llegar a convertirse en una pequeña molestia en nuestro jardín mágico. Si los cortamos luego del solsticio de verano, se hará más fuerte que antes, y por cada uno que corte, crecerán dos. Así que a menos que tengamos interés en tener una gran cantidad de cardos en el jardín, nos aseguraremos de podarlos antes del 21 de junio (hemisferio norte) 21 de diciembre (hemisferio sur).
Cuando las plantas estén bien establecidas en su crecimiento, es muy factible que algunas otras plantas "no invitadas al jardín", se presenten sin permiso. Lo mejor es dejarlas en paz, ya que difícilmente harán daño a las hierbas, y además, muchas de ellas poseen fuerza mágica. Normalmente los jardineros - no magos, las destruyen, llamándolas "hierba mala", es porque en realidad no conocen sus poderes.
Una vez al mes, preferentemente en noche de Luna Llena, camina por fuera del jardín y dibuja un círculo alrededor de cada planta con el athame. Asegúrate de que el círculo quede perfectamente cerrado. Lo dibujaremos en el sentido de las agujas del reloj. Esto ayuda a conservar los poderes dentro de las hojas y raíces.
Algunas brujas recomiendan que por la noche cuando la luna baña nuestras plantas salgamos a conversar con ellas, muchas personas aún sin ser brujas conversan con sus plantas, y muchos psicoanalistas predican que se trata de una excelente terapia. Trata de hablar con ellas no solo en la noche, sino también durante el día, mientras las riega, las poda o las contempla.
Para aquellas personas que por diferentes motivos no pueden cultivar un jardín externo, es muy bueno que consideren cultivar uno de interior.
Asegúrate de sembrar sus semillas según sus instrucciones, y en la adecuada fase lunar, dentro de recipientes o maceteros. Puede colocar maceteros largos adelante de las ventanas. Utiliza todo el espacio que pueda con ellos.
Sitúa las plantas de modo que reciban luz del sol. Los maceteros de cerámica son muy buenos para este propósito, ya que luego de tres horas de regada, la tierra vuelve a tomar su consistencia natural. No sucede así con las macetas plásticas, que no resultan muy favorables.
Lleva sus plantas afuera una vez por semana, y rocíalas con agua fresca con un pulverizador muy fino. También permítales recibir la luz solar, ya que al permanecer adentro, aunque la luz entre por los vidrios de la ventana, estos actúan como barreras y no les llega toda la energía necesaria. Esto último siempre y cuando las plantas estén ya bien crecidas. No es bueno exponer los retoños cultivados en interior a la luz solar de golpe. Hay que hacerles "probar" el sol muy paulatinamente, y nunca el sol del medio día. El primer día, se las puede exponer de 5 a 10 minutos, y en área donde sólo reciban luz y no sol directo, y lentamente, se puede ir aumentando la cantidad de tiempo de exposición en hasta cinco minutos más por días. Se muy cuidadosa con esto, ya que de otra manera sus plantas podrían quemarse. Tampoco es bueno rociarlas con agua mientras el sol está alto. Esto se debe realizar a la mañana muy temprano, o bien en la noche.
Un jardín mágico, es más que una colección de plantas con poderes ocultos. Es un lugar donde la energía se comunica con la energía. Donde la antigua Magia de la Tierra espera ser descubierta dentro de cada planta. Por suerte, las plantas son seres vivos llenos de abnegación. Han sido diseminadas por el planeta con el fin de alimentarnos, alegrarnos y ayudarnos en nuestra práctica mágica
Las brujas han cultivado hierbas durante siglos, y así has acumulado experiencias sobre muchísimos procedimientos efectivos para sus jardines mágicos. Muchas veces, la experiencia enseña muchísimo más que una pila de libros de jardinería.
Claro está muchas de nosotras no podemos permitírnoslo por el hecho de vivir en comunidad o por otros motivos por eso hemos desarrollado un punto especial para estos caso, un jardín interior.
Para conseguir tener un buen jardín la bruja debe de estar alerta de plagas y pestes destructivas y tener algunos conocimientos generales de jardinería. Desarrollaremos algunos puntos a continuación que serán necesarios para la creación del jardín, y tal vez las que no puedan permitirse un gran jardín se animen a cultivar una hierba o flor especial.
Sea bruja o no sea bruja, cualquier persona puede cultivar sus hierbas de acuerdo a los antiguos métodos mágicos. Para aquellas personas que no cuentan con la posibilidad de cultivar un jardín exterior, también ofreceremos una guía para realizar los cultivos en el interior de la vivienda.
Por supuesto lo primero que debemos hacer es seleccionar las plantas, es necesario elegir cuidadosamente las hierbas que queremos plantar en nuestro jardín. Tendremos que pensar que hierbas o flores nos servirán mas a menudo en nuestros rituales o si deseamos dedicarnos a toda la actividad herbolaria. También a tener en cuenta esta el espacio del que disponemos y por supuesto el tiempo, esta actividad necesita mucho tiempo, no podremos olvidar a nuestras plantas.
Aquí añado un breve listado de algunas plantas que podemos plantar, pero en la tabla general de hierbas (que podréis encontrar en la Web) habrá muchas mas que tal vez os interesen para otros propósitos.
Para fines amorosos: Rosas (las variedades simples y antiguas son mucho más propicias); violeta; verbena; milenrama; lavanda; romero; limón, albahaca, melissa; levisticum.
Para fines de sanción: Menta; cebolla; romero; ruda; ajo; clavel; salvia; cardos; acedera.
Otros propósitos: Romero; lavanda; milenrama; vervena; ruda; rosa; artemisa; trébol de cinco hojas (pentafillo); clavel. (Consultar tabla de hierbas para mas información sobre estas u otras)
Bien tras escoger sus plantas y hacer un listado para tenerlo bien a mano, visualice como colocara las hierbas en su jardín.
Los jardines mágicos por lo general no conservan los diseños comunes de jardines, muchos ellos se diseñan como laberintos. La mayoría de ellos están organizados sobre trazados que arrancan a partir de una figura circular, ya que el círculo simboliza la fertilidad, la reencarnación y la eternidad. Algunas brujas ambiciosas y con posibilidades de hacerlo, diseñan sus jardines dándoles forma de soles, lunas crecientes y estrellas.
El componente básico a la hora de diseñar nuestro jardín, es una vívida imaginación, y una buena provisión de piedras planas que servirán para marcar los contornos del diseño. Recordemos que en este tipo de jardines, se persigue un fin más allá de la complacencia estética para el ojo humano, ya que también se trata de invocar a las fuerzas que necesitamos que habiten en él.
El siguiente paso es muy fácil pero laborioso, deberemos consultar algunos libros en los que las plantas escogidas por nosotros aparezcan, deberemos tomar nota del tamaño y características de cada una de las plantas, de sus necesidades específicas (sol, sombra, agua, luz, etc.). Calcule las distancias que debe haber entre una planta y otra de acuerdo a su tamaño y necesidades. Diseñe un plano (no hace falta que sea perfecto) solamente es para situarnos y saber como quedara nuestro jardín según las medidas de las plantas y su separación.
Todo esto nos servirá para no cometer errores tales como colocar la albahaca rodeada de otras plantas ya que no se desarrolla bien si está en compañía de otras, así que es conveniente cultivarla en una maceta cerca de la casa. Des este modo sabremos cosas como que la salvia y la ruda crecen bien si están cercanas una de la otra, así como también el coriandro y el eneldo entre sí. La menta y el perejil no se llevan bien juntos... etc.
Si se lo pueden permitir estaría bien plantar algún árbol como por ejemplo Ciprés al Norte; Saúco al Este; Laurel al Sur; y Sauce al Oeste del jardín, pero debe tener cuidado al plantar árboles, no sea cosa que éstos den demasiada sombra al jardín, ya que algunas hierbas necesitan la luz solar directa.
Parece algo complicado pero todo esta en el espacio que tengamos a disposición y una buena preparación, todo es posible.
Es la hora de preparar el terreno lo mejor es iniciarlo en primavera, cuando ya han pasado los fríos crudos. Ya en el lugar de creación del jardín, tomar un puñado de muérdago. Se muele este muérdago en un mortero, tres días después de haberse iniciado la Luna Nueva. Espolvorear el polvo resultante sobre la tierra, de un lado a otro.
Luego se comienza a trabajar la tierra, removiendo la superficie hasta que aparezca la tierra húmeda. Toda el área debe quedar labrada de esta manera. Si observamos que la tierra es muy dura, hay que agregar un poco de estiércol como abono; si fuera arenosa, hay que agregar humus.
La mayoría de las hierbas no requieren tierras en perfectas condiciones para su desarrollo, pero si logramos mejorar el terreno obtendremos especimenes mucho más saludables.
El diseño básico del jardín, como dijimos anteriormente, parte de una base circular, realizando esta circunferencia, de acuerdo al tamaño de terreno del que dispongamos.
Consigue una soga lo suficientemente larga como para marcar con ella el perímetro de la circunferencia del jardín, atando fuertemente cada uno de los extremos para que el círculo quede perfectamente sellado. Si utiliza varios trozos de soga, tenga la precaución que queden todos bien unidos.
Luego determina con ayuda de una brújula, los puntos cardinales exactos en su jardín. Marque los puntos con rocas para tomarlos como referencia, poniendo la más grande al Norte. Cuando llegue el anochecer, preparar un fuego pequeño, o colocar lámparas alrededor del área para iluminarla.
Comenzando por el Norte, clavar una vela en la tierra cera de la soga pero fuera del círculo. Luego, siguiendo el sentido de las agujas del reloj, colocar otras al Este, Sur y Oeste, una en cada punto.
Si la noche fuera muy ventosa, se pueden usar cuatro linternas, o ubicar las velas dentro de recipientes de vidrio. Si utiliza éste método, vierta en el fondo del recipiente un poco de cera derretida antes de poner en él la vela, a fin de que ésta se pegue al fondo. Ubica las velas en cada punto, al lado pero fuera del círculo.
Ahora, tomamos nuestro athame y nos paramos en el centro del círculo, mirando hacia el Norte. Alzando los brazos hacia el cielo decimos: "Yo invoco a los poderes del Norte, para que bendigan y protejan este jardín"
Repetir esto con cada punto, cambiando el nombre por el del punto cardinal al que corresponda en la invocación.
Al terminar, volverse de nuevo hacia el Norte. Inclinarse sobre la tierra y comenzar a trazar con la punta del athame el pentagrama sobre el terreno. La punta superior llegará hasta la vela del Norte, y las demás deben quedar equitativamente espaciadas, cada una tocando la soga que delimita el círculo.
Ahora, arrodillándose en la parte meridional del pentagrama, trazar los siguientes símbolos con la punta del athamé
La parte superior del símbolo es un círculo, y lo pondremos orientado al Norte; luego, trazar dos segmentos de círculo que representen a la Luna Creciente uno al Este y otro al Oeste, y entre los dos, un triángulo cuyo vértice superior apunte al Sur. Espero que esto sea claro para todos. Ahora, sentarse y ponerse muy en calma. Concéntrate y cuente nueve latidos de tu propio corazón. Ahora sí, puedes estar seguro que su jardín se encuentra protegido mágicamente. Apague las velas, comenzando desde el punto Norte, siguiendo la dirección de las agujas del reloj. Si utilizó recipientes de vidrio a causa del viento, saque la vela de su interior y deje que el propio viento se encargue de apagarla.
Con mucho cuidado y gentileza, corte con su athame una rama de abedul, fresno silvestre o sauce, o de cualquier otro árbol cercano al lugar si no hubiera de estas especies. Si no hay árboles cercanos, se puede utilizar como último recurso una escoba común de barrer la casa, o una hecha específicamente par lo que vamos a realizar (esto último es mejor). Si va a cortar la rama de un árbol, siempre utiliza el athame. Acércate al árbol y explíquele con gran cortesía y respeto, que necesita tomar una de sus ramas, y explicale cual es el propósito y lo que vas a hacer allí. Déjale como pago y retribución alguna cosa enterrada bajo su copa, cerca del tronco.
Vuelve al círculo con la rama o la escoba fuertemente asida. Párate al Norte, fuera del círculo, y comience a barrer, a limpiar con la rama los símbolos que trazó en su interior; Camina alrededor del círculo en el sentido de las agujas del reloj, y continúe barriendo hasta que en la tierra no quede nada de los dibujos.
Recoge la soga y las velas, y guárdelas en un lugar seguro. Apaga cualquier tipo de iluminación que estuviera empleando y retírese de allí.
A la mañana siguiente, justo a la salida del sol, ve a ver si encuentras alguna señal en la tierra. Es probable que aparezcan algunos diseños especiales o símbolos sobre la tierra, aún cuando lo hayas borrado todo o que dibujaste la noche anterior. Es frecuente encontrar plumas de aves.
Si el rocío ha cubierto el terreno con un manto de líquido bendiciendo la tierra, déjalo secar. Recoge algunas plumas si las hubiera y registra este hecho como una unión entre tu jardín y el silencioso poder de la Naturaleza.
Sirve en una vasija un cuarto litro de sidra pura y párate n medio del jardín. Con mano firme, rocía sidra por toda la superficie de la tierra, girando para llegar a cada punto como si estuviera parado sobre un eje. Cuando la sidra se acabe, abandona el jardín y deja que la tierra absorba el líquido.
La sidra simboliza la sangre, despierta y renueva las energías residentes en la Tierra, y la prepara para la llegada del momento de plantar.
Deja a tu jardín en paz durante tres días. Cuida muy bien que nadie lo moleste, no personas ni animales deberían caminar sobre él. Los animales a menudo se sienten fuertemente atraídos, ya que son naturalmente curiosos, y además son muy sensibles a la placentera vibración que emana desde el lugar que fue bendecido. Al cuarto día comenzara la plantación.
Ubicar los paquetes de semillas en el centro del jardín. Sal a conseguir (comprando o creándolo ustedes mismos), algunas estacas de madera de una pulgada de ancho y 9 pulgadas de largo. Con un marcador negro indeleble, escribiremos los nombres de cada hierba en estas estacas, a ambos lados de la misma.
Luego tomando las semillas comenzaremos a sembrar de acuerdo a las indicaciones que tenga el paquete, o las que ya conocemos, siguiendo el diseño que ya se trazó antes de comenzar. En cada sector sembrado con determinada semilla, colocaremos una estaca con el nombre de la misma, para marcarla. De acuerdo al diseño previo colocaremos en la tierra todas las semillas que tengamos.
Rocía con cuidado diariamente tu jardín con agua limpia, si es de lluvia, mejor. Así como las rocía a diario con agua para que crezcan, habla con ellas y con las semillas que aún no germinan. Activa tu imaginación y visualiza tu hermoso jardín tal cual lo desea, y vea eso cuando lo mires, en vez de ver tan solo una porción de tierra labrada y húmeda, porque como lo imagines, será. Con cuidados, tiempo y magia, tu jardín rebosará de vida. Cuida de sus plantas especialmente si vives en lugares de fríos o calores intensos.
Cuando sus hierbas se hayan desarrollado bien, tengan un tamaño más importante, y estén tupidas y vibrantes, entonces, y solo entonces, podrás comenzar a cosechar de ellas.
Por supuesto y teniendo en cuenta nuestra determinación como brujas no estaría mal proteger nuestro jardín, una antigua tradición, dice que se deben plantar tres tipos de flores rojas para proteger al jardín, tales como pueden ser: geranio, rosa y nasturcio. Sirven como guardianas, para mantener lejos de su tierra a los visitantes indeseados.
Para proteger el jardín de tormentas y granizadas, nos aseguraremos de plantar verbena en algún lugar cercano, o dentro del mismo jardín. Un árbol de laurel también brinda protección para esto.
Los árboles son grandes protectores. Hay una antigua costumbre celta que se sigue utilizando hasta ahora, que es la de atar un listón rojo alrededor del tronco de un árbol, mientras se iba diciendo una oración de este tipo: "Árbol de Saúco, velarás por la seguridad... Oh Sagrado Roble! Oye mi llanto pidiendo tu protección... por eso te amarro" Los listones rojos deberán ser remplazados regularmente, cada plenilunio. Este ritual puede efectuarse también en algunas plantas de las más robustas que tengamos en el jardín.
Los insectos destructivos son un gran y antiguo problema, tanto para las brujas, como para los jardineros. Hay un procedimiento muy efectivo para echarlos fuera del jardín..
Esperamos que la Luna Llena transite por los signos de Leo, Virgo, Acuario o Géminis. Espolvoreamos la tierra con pimienta de cayena alrededor de la base de cada planta afectada. Otra solución es rociar la planta con un spray con una solución de una de taza de jugo de cebolla (pasada por la licuadora), 1 cucharada de jabón líquido, o bien detergente biodegradable. Esta solución bien mezclada, se rocía sobre la planta, con mucho cuidado de que no caiga en la tierra. Si cayera en la tierra, debemos enjuagarla echando bastante agua. Después de unos días, enjuagar las hojas de la planta para eliminar el jabón seco y los insectos que pudiera tener adheridos, y luego vaporizarla con agua limpia y fresca.
Plantar caléndula y ruda en medio de otras plantas también es un buen método de control para las pestes. Muchos insectos no toleran el olor de estas hierbas.
Si no se tiene nada de esto a mano y no se lo puede conseguir, compra un repelente spray orgánico para plantas y apliqua según las instrucciones. No deberemos comprar veneno sino repelente y estaría bien asegurarse de que sea orgánico y no químico.
Un viejo método para enfrentarse a los animales a los que les encanta masticarse las hierbas mágicas, es hacerse de una pequeña imagen de la ofensiva criatura, aguardar la Luna estéril y enterrar el muñequito en el jardín, y ya no tendrás problemas.
De todos modos, antes de usar el método anterior, tal vez sería mejor tratar de comunicarse con los animales, e invitarlos a irse del jardín, tal vez, en el momento de plantar poner más cantidad de cada hierba, para sí compartir el jardín con ellos... tu sabrás lo que quieres hacer. Esto decía un anciano al momento de sembrar: "Uno para la roca, uno para el cuervo uno para morir, otro para crecer"
Seguramente alguna bruja tendrá uno o dos sapos en su jardín. Ellos se alimentan de cantidades y cantidades de insectos. Pero ellos necesitan agua, así que si queremos que vivan en nuestro jardín, debemos aprovisionarlos de una fuente de agua que tenga fresca todo el tiempo, por supuesto, un lugar donde "guarecerse" en caso que sienta necesidad de ello. Esto lo podemos hacer poniéndole un una vasija de barro de manera que el sapo pueda meterse en ella y sentirse cobijado.
Finalmente, durante los meses de invierno, si resides en zonas de temperaturas heladas, o donde nieva, cubre la tierra del jardín con una capa de paja y hojas, dejándola allí hasta que empiece definitivamente a llegar la primavera y el peligro de las fuertes heladas haya pasado. Pero hay que cuidar de poner la paja cuando ya esté el tiempo helado, porque de hacerlo antes, algún roedor podría adoptar nuestro jardín como vivienda permanente durante el invierno, produciendo graves daños a las plantas.
La poda se debe realizar en luna cuarto menguante. Los cercos de protección, como por ejemplo el espino que desde tiempos inmemoriales están presentes en los jardines mágicos, debe ser podado siguiendo la dirección Este - Oeste, siguiendo el curso del sol.
Recortaremos los árboles girando en torno a ellos, siguiendo el sentido de las agujas del reloj. Los cardos pueden llegar a convertirse en una pequeña molestia en nuestro jardín mágico. Si los cortamos luego del solsticio de verano, se hará más fuerte que antes, y por cada uno que corte, crecerán dos. Así que a menos que tengamos interés en tener una gran cantidad de cardos en el jardín, nos aseguraremos de podarlos antes del 21 de junio (hemisferio norte) 21 de diciembre (hemisferio sur).
Cuando las plantas estén bien establecidas en su crecimiento, es muy factible que algunas otras plantas "no invitadas al jardín", se presenten sin permiso. Lo mejor es dejarlas en paz, ya que difícilmente harán daño a las hierbas, y además, muchas de ellas poseen fuerza mágica. Normalmente los jardineros - no magos, las destruyen, llamándolas "hierba mala", es porque en realidad no conocen sus poderes.
Una vez al mes, preferentemente en noche de Luna Llena, camina por fuera del jardín y dibuja un círculo alrededor de cada planta con el athame. Asegúrate de que el círculo quede perfectamente cerrado. Lo dibujaremos en el sentido de las agujas del reloj. Esto ayuda a conservar los poderes dentro de las hojas y raíces.
Algunas brujas recomiendan que por la noche cuando la luna baña nuestras plantas salgamos a conversar con ellas, muchas personas aún sin ser brujas conversan con sus plantas, y muchos psicoanalistas predican que se trata de una excelente terapia. Trata de hablar con ellas no solo en la noche, sino también durante el día, mientras las riega, las poda o las contempla.
Para aquellas personas que por diferentes motivos no pueden cultivar un jardín externo, es muy bueno que consideren cultivar uno de interior.
Asegúrate de sembrar sus semillas según sus instrucciones, y en la adecuada fase lunar, dentro de recipientes o maceteros. Puede colocar maceteros largos adelante de las ventanas. Utiliza todo el espacio que pueda con ellos.
Sitúa las plantas de modo que reciban luz del sol. Los maceteros de cerámica son muy buenos para este propósito, ya que luego de tres horas de regada, la tierra vuelve a tomar su consistencia natural. No sucede así con las macetas plásticas, que no resultan muy favorables.
Lleva sus plantas afuera una vez por semana, y rocíalas con agua fresca con un pulverizador muy fino. También permítales recibir la luz solar, ya que al permanecer adentro, aunque la luz entre por los vidrios de la ventana, estos actúan como barreras y no les llega toda la energía necesaria. Esto último siempre y cuando las plantas estén ya bien crecidas. No es bueno exponer los retoños cultivados en interior a la luz solar de golpe. Hay que hacerles "probar" el sol muy paulatinamente, y nunca el sol del medio día. El primer día, se las puede exponer de 5 a 10 minutos, y en área donde sólo reciban luz y no sol directo, y lentamente, se puede ir aumentando la cantidad de tiempo de exposición en hasta cinco minutos más por días. Se muy cuidadosa con esto, ya que de otra manera sus plantas podrían quemarse. Tampoco es bueno rociarlas con agua mientras el sol está alto. Esto se debe realizar a la mañana muy temprano, o bien en la noche.
Un jardín mágico, es más que una colección de plantas con poderes ocultos. Es un lugar donde la energía se comunica con la energía. Donde la antigua Magia de la Tierra espera ser descubierta dentro de cada planta. Por suerte, las plantas son seres vivos llenos de abnegación. Han sido diseminadas por el planeta con el fin de alimentarnos, alegrarnos y ayudarnos en nuestra práctica mágica
Las brujas han cultivado hierbas durante siglos, y así has acumulado experiencias sobre muchísimos procedimientos efectivos para sus jardines mágicos. Muchas veces, la experiencia enseña muchísimo más que una pila de libros de jardinería.
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